Haz tu plan. Chequia te espera.
Pero, por muy seductora que resulte la capital, siempre hay que reservar tiempo para conocer otros lugares de la República Checa. En este país centroeuropeo, las ciudades compiten en belleza e identidad, se pueden hallar joyas arquitectónicas protegidas por la Unesco a cada paso, los castillos y palacios se cuentan por miles y la naturaleza ha sido tan generosa que sus parques nacionales, lagos, montañas y bosques parecen tocados por una mano divina.
En Chequia todos los visitantes encuentran su lugar, nadie se sentirá extraño al recorrer el país en familia, al descubrir en pareja los atractivos de este destino, al practicar deportes activos, e, incluso, desaparece el sentimiento de culpabilidad al abandonarse al placer del turismo termal o al de la buena mesa.
Prestad atención porque las siguientes 10 propuestas os ayudarán a organizar un viaje a medida a la República Checa.
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Praga, romántica e inquieta
Praga sorprende al viajero con dos facetas muy distintas: la de una vieja dama monumental que cobra magia a la luz de los faroles, y la de una urbe moderna y palpitante donde descubrir las inquietudes de los jóvenes praguenses. Combinar propuestas de ambas es la mejor manera de conocer la realidad de Praga. Recorrer sus calles adoquinadas, ver atardecer desde el Puente de Praga o asistir a una obra de teatro, representan experiencias inolvidables; al igual que lo son conocer el latido de los jóvenes que muestran su universo artístico en barrios periféricos.
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Escapadas de un día desde Praga
La céntrica ubicación de la capital checa proporciona una excelente ubicación donde asentarse para recorrer el país sin necesidad de cambiar de hotel cada día. De este modo es posible conocer numerosos destinos situados a una o dos horas de Praga, y aprovechar después la atractiva vida nocturna praguense. Entre las escapadas más sugerentes desde la capital se encuentran ciudades termales como Karlovy Vary, entornos naturales donde practicar senderismo como el Paraíso de Bohemia, lugares como Pilsen en los que se descubre el secreto de la cerveza checa, o incluso acudir a recintos escalofriantes como el osario de Kutná Hora.
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Brno, descubre el latido de esta elegante urbe
Es la segunda ciudad del país, en cuanto a población, y uno de los lugares que más sorprende a cuantos la visitan. Basta un día caminando por sus calles, admirando su arquitectura funcionalista, o disfrutando de sus excelentes restaurantes para enamorarse de su autenticidad. Sin embargo, para captar la verdadera esencia de Brno es necesario dejarse llevar por la vida bohemia y descubrir el verdadero latido que pervive en sus cafés, convertidos en bares al caer la noche, mientras se mantiene una conversación animada con la población local, siempre dispuesta a una charla con los foráneos.
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Castillos y palacios, una ruta digna de reyes
Con la libertad que aporta conducir tu propio vehículo y un plano de los principales castillos y palacios del país, podría comenzar una emocionante aventura por la República Checa. Incluso, si se prefiere, se podría hacer en tren aprovechando las buenas comunicaciones checas y el reducido tamaño de este destino. En Chequia se pueden visitar más de 200 castillos y palacios, obras arquitectónicas majestuosas llenas de historia, con objetos asombrosos y leyendas escalofriantes. Es muy aconsejable pernoctar en algunos de ellos para redondear la experiencia.
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Patrimonio de la Humanidad, los 14 favoritos de la Unesco
Entre los innumerables atractivos que incentivan al viajero en la República Checa, hay 14 que destacan por haber sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En este listado se encuentran lugares tan espectaculares como la jardines y el palacio de Krom??í, el conjunto de Lednice-Valtice, o el centro histórico rodeado de estanques y murallas de Tel?. Igual de sorprendentes resultan las dos últimas inscripciones de la Unesco: el Paisaje de cría y entrenamiento de los caballos ceremoniales y de carruajes de Kladruby nad Labem y la Región de Erzgebirge/ Krunoho?í, también conocida como Montes Metalíferos. -
Prodigios de la naturaleza
Los amantes de la naturaleza encontrarán en Chequia un amplio abanico de espacios protegidos, bosques, lagos y formaciones rocosas. Una buena forma de conocer el Paraíso de Bohemia, declarado geoparque por la Unesco, el Parque Nacional Krkonoe, el Parque Nacional Podyjí o el romántico paisaje del Parque Nacional de la Suiza Checa es practicando algún deporte activo. Ya sea a pie, en bicicleta o escalando, descubrir estos entornos es siempre apetecible. La belleza de estos espacios naturales es uno de los secretos mejor guardados de la República Checa.
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Saborea la República Checa
Dice el refranero checo que "El amor se conquista por el estómago, y es un dicho que en la República Checa cumplen a rajatabla porque ponen todo el corazón al elaborar su variado recetario. Y, por supuesto, los platos siempre van acompañados de una jarra de cerveza o un buen vino checo. Una recomendación para vuestro próximo viaje a Chequia es conocer también la oferta gastronómica en cocina creativa. Las papilas gustativas quedarán satisfechas se coma donde coma, ya sea en una taberna de pueblo o en el mejor restaurante con estrella Michelin.
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Con niños, vive la experiencia más familiar
La inquietud que suele producir organizar un viaje en familia por Europa no tiene razón de ser cuando el destino es la República Checa. Este es un país ideal para recorrer con niños ya que cuenta con numerosos atractivos en las ciudades, los desplazamientos en coche, si se hacen rutas, son cortos y los checos son especialmente amables con los más pequeños. Sin duda, la oferta cultural de Chequia y las actividades en la naturaleza que brinda el país serán experiencias que nunca olvidará ningún miembro de la familia.